Private Policy desata la sensualidad en la calle con la sastrería relajada y utilitaria en su desfile Primavera-Verano 2026 en Nueva York





Private Policy llegó a la pasarela de Nueva York con una propuesta que volvió a poner en primer plano su estética genderless y urbana, pero afinada hacia una masculinidad contemporánea: menos postureo, más piel vívida y prendas que se sienten diseñadas tanto para la calle como para una sesión de fotos espontánea. La colección primavera-verano 2026 supo jugar con proporciones amplias y cortes que recuerdan a la sastrería clásica, pero reinterpretada con tejidos ligeros y detalles técnicos que transforman cada look en una mezcla de elegancia despreocupada y funcionalidad.

Una de las constantes en la pasarela fueron las camisas y blazers desestructurados que caían con naturalidad sobre torsos marcados por transparencias sutiles y capas mínimas; la idea no era ocultar, sino enmarcar. Los pantalones, en su mayoría de tiro bajo o medio, traían perneras rectas y dobladillos limpios, lo que acentuaba una silueta elongada sin renunciar al confort. En conjunto, el resultado fue una sastrería que respira y se mueve, ideal para el hombre que quiere vestir “bien” sin rigidez.

El lenguaje utilitario —básico en la firma— reapareció con cinturones tipo arnés, bolsillos externos y ganchos metálicos como acentos, fusionando el discurso estético con el pragmatismo. Estas piezas no se limitaron a ser adornos: transformaron chaquetas y camisetas en prendas con propósito, pensadas para llevar objetos, ajustar volúmenes o jugar con la asimetría. Esa mezcla entre lo práctico y lo sensual dio a muchos looks una actitud de “listo para todo” que conectó con la energía de la calle neoyorquina.