Esta colección es un reflejo de la vida de Lidija Kolovrat en Portugal. Habla de cómo estos treinta años influyeron y formaron a la diseñadora.
Kolovrat se sumergió en este país, abrazándolo o rechazándolo, creando a cambio un vocabulario artístico que expresa emociones diversas, a veces subordinadas y reservadas, pero con la misma frecuencia nostálgicas o emotivas. Una historia de momentos felices, ya sean reales o ficticios.
Para visualizar esta evolución, Kolovrat se deja guiar por un eje de dos dimensiones: grandes formas y estructuras planas evocan vibraciones que afectan al Diseñador de la misma manera que lo hace el fado.
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