Junya Watanabe ha presentado durante la Semana de la Moda masculina de París una colección Primavera‑Verano 2026 que reimagina el guardarropa masculino con una elegancia dandy de espíritu rebelde. El desfile, que tuvo lugar en el Lycée Carnot, ofreció una narrativa potente basada en el contraste entre tradición y subversión: desde ricos brocados y motivos rococó hasta elementos urbanos de acabado crudo, como denim desgastado y sastrería descosida.

Los primeros looks evocaban la imagen de cazadores clásicos, con chaquetas beige de gran tamaño y bolsillos utilitarios, combinadas con camisas y corbatas discretas, creando un punto de partida aparentemente sobrio . Sin embargo, esta neutralidad pronto dio paso a explosiones de color: pantalones de cuadros rojos, chaquetas en amarillo pálido o pasteles, y detalles inesperados que desdibujan los límites entre lo masculino y lo femenino.

La sastrería, tradicional en corte, se ve deliberadamente rota por costuras asimétricas, bajos irregulares y pañuelos anudados de formas múltiples, un claro guiño a la energía punk que atraviesa la colección . Esta tensión entre orden y caos visual se refuerza con la transición musical, que parte de un piano clásico para derivar hacia ritmos urbanos, enfatizando la dualidad diseño‑contracultura.