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La Semana de la Moda Masculina de París para la primavera‑verano 2026 coronó la creatividad de Louis Vuitton bajo la batuta de Pharrell Williams, cerrando la primera jornada del 24 de junio con una puesta en escena inolvidable. . El desfile, celebrado en la forecourt del Centre Pompidou tras haberse clausurado cuatro años antes, plasmó un contraste fascinante entre la exuberancia urbana y la sensibilidad naturalista, demostrando una nueva vertiente en la propuesta masculina de la casa.
Bajo una línea que mezcla la sofisticación parisina con la elegancia campestre inglesa, la colección se caracteriza por su paleta terrosa y motivos camuflados reinterpretados en Monogram Surplus. La estética utilitaria se hace evidente en parkas sin cuello, chaquetas de tweed acolchadas y chalecos técnicos, capaces de conjugar estética y funcionalidad, evocando un estilo de “dandy explorador” apto tanto para senderos rurales como para la vida metropolitana.
Al caer la tarde, el desfile transita hacia una formalidad íntima donde el leather track jacket se transforma en botas de borrego, y los tejidos rústicos dan paso a la sofisticación hogareña: suéteres de cable, cárdigans de rombos y chaquetas jacquard doble faz evocan el confort aristocrático del interior rural . Los toques artesanales —bordados de gemas, motivos heráldicos con zorro y corona— revelan un ojo observador para el detalle, manteniendo viva la narrativa que conecta la herencia con la modernidad.
Los complementos fueron igualmente protagonistas, con accesorios a gran escala y un guiño lúdico a la fauna: maletas Keepall, mini bolso satchel y mochilas Christopher, todos decorados con el Monogram Surplus; además, la sorprendente presencia de un cachorro Beagle de cuero en tamaño real añade un elemento inesperado de fantasía.
Imágenes | Cortesía | IMAXTREE
