Deadwood, nacido en Estocolmo, desciende a las catacumbas de Villa Copenhagen para presentar "Sands of Icarus", una colección que se pregunta qué sucede después de que la humanidad vuela demasiado cerca del sol y pierde el control de su propia tecnología.
Dentro del cavernoso salón de baile, el artista Dominic Kiessling crea una tormenta de arena viviente de lo que parece tela de paracaídas, un espejismo que se hincha y se colapsa mientras las modelos navegan por su ojo. La paleta cambia de tonos tierra arena quemada, verde oliva y terracota al brillo plateado de la sílice. Las texturas chocan, contrastando la lona podrida seca con la malla moderna, la piel agrietada con el aluminio reciclado.
La colección está elaborada a partir de materiales de desecho rescatados con la adición de algunos tejidos experimentales como el látex natural. Esta temporada, el diseñador invitado Salvatore Vignola se une al equipo para agregar ligereza sensual a la línea. El desfile SS26 de Deadwood es un homenaje a la curiosidad humana, una advertencia contra el ascenso a ciegas y un recordatorio de que cuando llega la tormenta, podemos elegir si luchar contra el cambio, convertirnos en él o bailar al son de la tormenta de arena.
Imágenes | Cortesía | IMAXTREE
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