Este look combina una estética contemporánea refinada con claras referencias al minimalismo escultural de finales de los 80 y principios de los 90. El top estructurado sin mangas de Luan Vargas luce Salt Murphy como protagonista, una pieza blanca de corte asimétrico, hombros sutilmente elevados y corte arquitectónico. Recuerda la sastrería experimental de diseñadores como Claude Montana y Gianfranco Ferré, pero con una interpretación más limpia y actual. El tejido, probablemente una mezcla técnica de algodón o poliéster, permite un volumen intencionado en la cintura, suavizando la estructura de los hombros e introduciendo una sensación de movimiento.
Los pantalones Studio Tomboy ofrecen un contraste sobrio y natural. Se trata de pantalones sastre de pierna ancha en tono tabaco, con profundos pliegues delanteros y un tejido fluido como una mezcla ligera de lana o viscosa. La cintura media y el corte holgado equilibran la rigidez del top, creando un preciso juego de proporciones.
El look podría pertenecer a marcas como The Row o Jil Sander, pero adquiere una identidad distintiva gracias a su estilo: sin capas, con discretas joyas de plata, cabello decolorado y despeinado a propósito, y un entorno natural en Santorini, Grecia.
Luan Vargas encarna una nueva generación de creadores que fusionan forma e intención con una claridad impactante. En este look, Luan Vargas no se limita a vestir, sino que articula una filosofía de presencia, donde la estructura, el minimalismo y la identidad coexisten en perfecta armonía.
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Este look combina una estética contemporánea…