Desde el primer vistazo, la nueva colección de Dior Men transmite algo distinto: no es simplemente moda, es una reinterpretación del clasicismo con descaro moderno. En un escenario elegante —una mansión histórica en la Île Saint-Louis de París— Jonathan Anderson presenta su Pre-Fall 2026 con la sutileza de quien sabe que el estilo no siempre grita, a veces susurra con fuerza.
Lo que distingue esta colección es su equilibrio entre pasado y presente. Hay abrigos y levitas con aire del XVIII, cargados de bordados florales, que conviven con vaqueros desteñidos y piezas denim, creando un contraste entre lo aristocrático y lo casual.
También reaparecen los shorts estilo cargo —reinterpretación de la icónica “Delft” de Dior— ahora con escudos medievales estampados, una vuelta de tuerca que mezcla la heráldica con el espíritu urbano. Pero lo más interesante es cómo Anderson parece querer redefinir lo que puede —y debe— ser un fondo de armario masculino contemporáneo. Camisas de rayas, chinos, blazers de tweed, sudaderas con aire preppy, mezclados con detalles barrocos, accesorios discretos y la libertad de llevar una pieza clásica con otra informal. El resultado no es estridente: es coherente, inteligente, y mantiene ese aire refinado que uno espera de Dior, sin dejar de lado el pulso urbano.
Desde el primer vistazo, la…