La colección Resort 2026 de Tom Ford para hombre aterriza con una vibración que mezcla el clasicismo del lujo con toques contemporáneos que no asustan. Ya desde la primera mirada se siente que el desfile apuesta por la elegancia intimamente adaptada al hombre que no quiere gritar su estilo, sino que lo lleva como una actitud. En este sentido, la propuesta no es estridente sino calculadamente seductora, como quien sabe que tiene todo bajo control.
El diseñador Haider Ackermann, al mando creativo de la casa, ha querido reinterpretar los códigos de Tom Ford sin abandonar su esencia: la sastrería sigue siendo protagonista pero depurada, alargada, con hombros marcados y siluetas que suben un peldaño hacia lo refinado. Los trajes aparecen con cortes estrechos, chalecos bien definidos y acabados en telas como terciopelo y seda, lo que le da ese “glam” discreto que tan bien sabe llevar la firma. En piezas menos formales, la etiqueta se relaja: chaquetas de ante, bombers con mangas de cuero, y camisas en colores inesperados se convierten en aliados para un look más “club” pero sin perder la compostura.
Una de las señas de identidad de esta colección es la paleta de color: tonos eléctricos como azules intensos, lilas suaves, amarillos cálidos y rosas apagados se mezclan con negros y grises clásicos. Esa dualidad entre lo atrevido y lo atemporal es lo que da juego; el hombre puede elegir vestirse para una cena elegante o para una noche que exige actitud urbana sin cambiar de armario. Las texturas también juegan su papel: ante, cuero con paneles ergonómicos, seda estampada, y mezclas menos predecibles protagonizan prendas clave.
La colección Resort 2026 de Tom Ford pa…