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La colección masculina primavera-verano 2026 de Emporio Armani ha reafirmado por qué la casa italiana sigue siendo sinónimo de elegancia atemporal. Con un desfile celebrado en Milán que evocó la brisa marina y el ritmo pausado del Mediterráneo, Giorgio Armani propuso una silueta suelta, refinada y con una fuerte conexión con el ocio sofisticado. El resultado: un guardarropa versátil que se mueve entre lo urbano y lo costero sin perder ni un ápice de estilo.
Los trajes, sello inconfundible de la firma, esta vez llegaron con una actitud más relajada. Confeccionados en lino y algodón ultraligero, destacaron por sus cortes holgados, hombros desestructurados y una paleta de tonos neutros que iba del arena al gris piedra, pasando por el azul pizarra. Las camisas, muchas veces abiertas o con cuellos de estilo sahariano, complementaron esta estética despreocupada pero cuidada.
Uno de los puntos fuertes de la propuesta fueron los pantalones: amplios, fluidos, con pinzas marcadas y cinturillas elásticas que rompían con la rigidez del vestir formal. Algunos fueron combinados con blazers de doble botonadura, otros con camisetas de punto fino o túnicas de seda, lo que reafirmó el carácter versátil de la colección. Esta temporada, Armani apuesta por un hombre que valora la comodidad sin renunciar a la distinción.
Los accesorios reforzaron ese aire viajero y relajado: sandalias de cuero, bolsos tipo tote de rafia y gafas de sol retro en tonos cálidos acentuaron la narrativa de un verano elegante, pero funcional. Incluso las joyas, en forma de collares con cuentas y pulseras tejidas, aportaron un toque bohemio a la propuesta, sin salirse del marco de sofisticación habitual de la marca.
Imágenes | Cortesía | IMAXTREE
