El desfile de Paul Smith para la primavera-verano 2026, celebrado por primera vez en su showroom de Milán, capturó la esencia del viaje y la nostalgia mediante una paleta cromática vibrante y estampados inspirados en recuerdos guardados de un viaje por Egipto.

La colección tomó como punto de partida un antiguo libro de fotografías pintadas a mano que Smith encontró en un bazar de El Cairo hace décadas, incorporando motivos de peces, flores y paisajes fluviales. Estas imágenes fueron reinterpretadas en prendas de crepé y punto, piezas que parecían reflejar el movimiento suave del agua en tonos como el verde, azul, naranja y rosa.

Además de los estampados, Smith incluyó detalles juguetones como conchas metálicas, monedas y amuletos de la paz usados como botones en abrigos y boinas holgadas, propuestas que evocaban la estética del “bric-à-brac” adquirido en mercados, objetos llenos de historia y significado . Los accesorios también aludían al viaje: llaveros de carey con la frase “Paul Smith hotel” colgando de los cinturones, y etiquetas de equipaje de imitación piel de cocodrilo en bolsos masculinos, señales de una estética nómada y lúdica.