La colección de Yosuke Aizawa rindió homenaje a la estética outdoor de los
años setenta, recuperando la funcionalidad pionera de los primeros equipos
de montaña como las mochilas de armazón de aluminio Kelty y las chaquetas
Gore‑Tex originales. En esta versión contemporánea, los elementos técnicos
se ven reinterpretados a través de siluetas refinadas: chaquetas con
múltiples bolsillos, blousones y prendas de corte suelto que combinan
utilidad y sofisticación.
La paleta cromática se centró en tonos tierra
suaves: beiges, verdes apagados y azul marino, evocando la naturaleza y la
ligereza estival . Los tejidos reciclados y las mallas técnicas refuerzan
el compromiso de la marca con la sustentabilidad, mientras que los
contrastes de textura –fibra técnica versus algodón satinado– aportaron
dinamismo sin comprometer la armonía visual de los conjuntos.
En la pasarela, la puesta en escena recreó una atmósfera inmersiva, con
una ambientación elegante y urbana por parte de la publicación The
Impression: un diseño escenográfico que reforzó la conexión entre aventura
y vida urbana . Esta estética se vio reflejada en la elección de piezas
versátiles: parkas ligeras que se combinaban con pantalones utilitarios, y
chaquetas impermeables que convivían con trajes relajados de inspiración
workwear.
Imágenes | Cortesía | IMAXTREE