Saul Nanni lleva su audaz encanto a la edición de otoño de Cosmopolitan Italia en fotos de Marcello Junior Dino





Los viajes que lo fascinan, el amor que le cambió la vida, el éxito como libertad. Saul Nanni, de 26 años, aparece en Zoom con el pelo rapado al rape, y su mirada casi gélida se transforma al instante en una sonrisa, con el encantador añadido de su acento boloñés. Vive en una hermosa casa, con una iluminación tenue y paredes rojas: «Estoy en París, casi siempre estoy aquí ahora, es la casa de Deva y Mónica».

Lo llamaron Saul en homenaje a (San) Pablo de Tarso, pero no presume de ello; es serio y natural, y no divulga su vida privada en redes sociales. Empezó por casualidad, convirtiéndose rápidamente en un ídolo de Disney Kids, y luego, tras el escandaloso Supersex, aceptó el reto definitivo de reemplazar a Alain Delon en el papel del imprudente Tancredi, con un parche negro en el ojo y un encanto de sobra, en la versión televisiva de El Gatopardo.

En septiembre, pisa la alfombra roja de Venecia para presentar su nueva película, La Gioia, la película policial de autor de Nicolangelo Gelormini, donde interpreta al inquietante Alessio, esta vez con cabello platino, un menor con una doble vida de tráfico sexual y disfraces femeninos, afición por las estafas y una madre aún más irresponsable que él, Jasmine Trinca. Un papel desafiante, por su cinismo, sus diversos grados de seducción y esos toques de dado. Saul es brillante al encontrar el equilibrio entre todo.