Dando cátedra de su minimalismo funcional y el toque humano de la artesanía sobre el tejido, Adolfo Domínguez presenta su desfile ZENIT, una colección que busca un instante de plenitud. El zenit es cuando la luz alcanza su punto más alto y el paisaje se detiene. Ese momento zenit —de calma expansiva, de conciencia suspendida— da forma a una serie de vestidos y patrones en escalas de grises, con sombreados que evocan reflejos sobre el agua y tejidos que sugieren más de lo que muestran.
Como contraposición, aparece NADIR, el reverso íntimo de esa elevación: despojarse. Prendas que parecen estar en tránsito, en proceso de quitarse. Forros expuestos, drapeados que caen como una piel que se suelta. La gabardina, antes abrigo, ahora es vestido. La colección completa explora ese viaje entre lo que nos eleva y lo que dejamos atrás.