Filmada en West Hollywood, la serie «Entre la Tierra y el Agua» captura un momento de transición: un desdibujamiento entre lo que está arraigado y lo que comienza a tomar forma. La serie, fotografiada por el diseñador Dominic Albano, transita entre la tierra y el agua, la quietud y el movimiento, la soledad y la exposición. Se inscribe dentro de la exploración que Albano lleva a cabo desde hace dos años sobre los cuatro elementos clásicos: Tierra, Agua, Fuego y Aire. Cada uno se desarrolla a lo largo de seis meses a través del color, la textura y el tono.
La fase de la Tierra, que comenzó en junio de 2025, introdujo una paleta de óxido, musgo y arena: tonos terrosos y tejidos táctiles que sentaron las bases para lo que sigue. Las prendas, dos trajes de baño en óxido y musgo, y una camiseta de tirantes color arena, parecen casi fortuitas, suavizadas por el movimiento del agua. El resultado es a la vez literal y simbólico, un presagio de transformación y un recordatorio de que la Tierra nunca desaparece por completo.
La siguiente fase, el Agua, continuará con esa base, desarrollando el lenguaje de tono y textura establecido por la Tierra. Refleja la filosofía constante de la marca, caracterizada por paletas de colores apagados y una estética retro, tanto en las fotografías como en las prendas. El agua actúa como un puente silencioso, conectando lo ya construido con lo que aún está en proceso de formación.
Las influencias de Albano resuenan a lo largo de la obra: las primeras imágenes de Bruce Weber para Abercrombie & Fitch, las escenas voyeuristas junto a la piscina de Helmut Newton y las Polaroids de Fire Island de Tom Bianchi. Sin embargo, la atmósfera es inconfundiblemente suya, moldeada por una paleta de colores apagados y la soledad contemplativa de un único sujeto. «Entre la Tierra y el Agua» existe en la pausa entre los elementos, un espacio de quietud donde la quietud se encuentra con el cambio y donde la transformación comienza antes de ser visible.
Como en toda la obra de Albano, el proyecto se desarrolla lentamente, guiado por la intuición más que por la urgencia. Las imágenes funcionan a la vez como documentación y reflexión, marcando un punto de inflexión dentro de la narrativa más amplia de la COLECCIÓN DOMINIC ALBANO, una narrativa que difumina la línea entre la moda, la fotografía y la mitología personal.











