Cody Simpson toma por asalto la portada de The Sunday Times Style Magazine Australia en fotos de Jedd Cooney





Presentado al mundo como una sensación del pop con tan solo 14 años, Cody Simpson se ha reinventado una y otra vez. Muchos lo identificarían como cantante; otros, como un nadador de élite. Sin embargo, muchos podrían reconocerlo como un artista de la serie de televisión "The Masked Singer", o incluso como poeta, actor de cine, empresario o diseñador de moda. En cierto modo, Simpson es un excelente ejemplo de una generación que rechaza, o se ha visto obligada a abandonar, la esperanza de dedicarse a una sola carrera. 

Datos consultados en 2023 por la Universidad de Queensland sugieren que los miembros de la Generación Z pueden tener hasta 17 empleos en siete carreras diferentes a lo largo de su vida. Sin embargo, sería difícil encontrar a otro joven de 28 años que haya cosechado tanto éxito en dos de las industrias más dispares, destacadas y competitivas que existen: el entretenimiento y el deporte. En 2010, el productor discográfico Shawn Campbell descubrió a Simpson tras encontrar vídeos de YouTube grabados por el joven de 14 años en su habitación, y lo apodó el próximo Justin Timberlake. Meses después, tras la mudanza de Simpson a Los Ángeles y el lanzamiento de su sencillo debut, "iYiYi", los medios de comunicación lo coronaron como el próximo Justin Bieber. Desde el principio, Simpson parecía destinado a seguir los pasos de alguien más.

Sin embargo, el camino del adolescente nacido en Gold Coast hacia la fama no fue nada típico. Algunos podrían haber anticipado su rápido ascenso a la fama, sus fans incondicionales y sus conciertos con entradas agotadas. Los observadores astutos podrían haber previsto su libro de poesía y su línea de ropa: "Prince Neptune", publicado por Andrews McMeel Publishing en 2020, y Prince Neptune: The Label, lanzado en agosto de 2022, respectivamente. Sin embargo, lo que nadie imaginó fue una carrera en la natación. 

Con medallas en los Juegos de la Commonwealth y una prueba olímpica que capturó la atención nacional, Simpson dejó de lado su vida como estrella del pop para dedicarse a la natación profesional, un giro tan inusual que sigue siendo un misterio. Simpson siempre fue un nadador talentoso. Sus padres, Brad Simpson y Angie Greenwood, nadaron para Australia, y compitió regularmente de niño. Luego, durante los primeros cinco años de su carrera musical, Simpson dejó la natación a un lado. "Estaba tan absorto en lo que hacía que no pensaba mucho en [la natación]", dice Simpson. "Nunca consideré realmente que pudiera volver a ello. Tampoco creía que fuera posible, porque no debería [serlo]; en teoría, no tenía sentido... nadie lo había hecho realmente".