Retrocedamos un poco: Kuzma lleva casi una década en la NBA; nueve temporadas de ruedas de prensa, madrugones en el gimnasio, traspasos, trofeos y desfiles por el túnel. ¿Pero su relación con el baloncesto? Sigue siendo la misma. «Siempre he llevado el baloncesto en la sangre», dice. «Desde niño, lo supe. Ni siquiera lo dudé. ¿Sabes cuando sabes cuál es tu camino? Así era el baloncesto para mí. No era algo que tuviera que descubrir. Simplemente ya lo llevaba dentro». Esa certeza y esa inquebrantable convicción lo han sostenido a través del ruido y el caos que a menudo conlleva ser un atleta profesional
Él mismo reconoce que la pasión tiene sus altibajos. «Todo tiene su ciclo, ¿verdad? Hay momentos buenos y malos. Pero en mi caso», reflexiona, «nunca he dejado de amar el baloncesto. Ni una sola vez. Ni siquiera en los días en que se sentía como un trabajo, o cuando estaba lesionado, o cuando la gente dudaba de mí. Sigue siendo amor. Un amor verdadero e incondicional».
Ahora, a sus 30 años, se centra menos en alcanzar la cima y más en disfrutar del momento. «Quiero disfrutar de esto», dice. «Quiero mirar atrás y poder decir que lo hice a mi manera. Que me divertí. Que no tuve prisa ni lo di por sentado. Que estuve presente de verdad. Porque sigue siendo un juego, ¿sabes? Es un juego de niños, incluso cuando se trata de un negocio. Y creo que cuanto mayor me hago, más quiero proteger esa parte: la alegría, la diversión. Sé que hay presión. Pero también sé lo afortunado que soy de seguir haciendo esto».
Créditos
Director editorial: Kenneth Goh
Fotografía: Feedbeng
Estilismo: Aaron Kok
Maquillaje: Wee Ming, con productos Chanel
Peinado: Christvian Goh, con productos Oribe
Asistente de fotografía: Rigg Ngo
Asistente de estilismo: Laila Mishazira
Retrocedamos un poco: Kuzma l…